ERNESTO YCHIKAWA
Consultor en Conectores
Al iniciar un emprendimiento o al desarrollar algún proyecto, pensamos en muchas cosas, en muchos detalles y factores para asegurarnos que nuestro proyecto, sea la mejor experiencia de nuestras vidas. Todo nace con la idea de negocio, lo cual es fundamental. De seguro le has dado mil vueltas para asegurarte que esté todo encaminado y que tiene total sentido racional.
Eso está bien, pero allí es donde debes hacer una pausa. Estoy seguro de que la emoción te envuelve, te fascina y te lleva a una dimensión formidable. Totalmente normal, pues, se trata de tu idea, de tu proyecto, de tu negocio.
Allí es donde te recomiendo hacerte las preguntas correctas. Esas preguntas que nos hacíamos cuando niños ante cualquier cosa nueva que veíamos o conocíamos. Te lo resumo en estos 5 pasos necesarios para emprender y no morir en el intento.
¿A quién vamos a atender?,
Esto está relacionado con el perfil del cliente a quien se dirige tu negocio. Mientras más conozcas a tu cliente, más oportunidad de éxito tendrás para ofrecerle tu producto, para comunicarte con él o ella, para darle el servicio personalizado que busca, etc. A veces no necesitas tener todo un estudio de mercado para ello, pero si mucha observación y compromiso con tu proyecto empresarial.
¿Qué vamos a ofrecer?,
Si tienes claro a quién te diriges, entonces ahora toca enfocarte qué necesidad vas a satisfacer de tu cliente. Lo que consideres allí, se convertirá en tu oferta de valor y es lo que, en efecto, deberá apreciar tu cliente para que pueda elegirte. Mientras más diferencial
sea tu oferta, mejores oportunidades tendrás para ganar más.
¿Cómo vamos a llevarlo a cabo?,
Tu oferta de valor puede ser una genial idea, pero debes asegurarte de que llegue a tu cliente de forma simple, oportuna y con transparencia. Allí es donde cobra importancia tus actividades, tanto en la preventa, venta y post venta. Siempre gestiona y controla tus procesos. Mira cuánto demora cada paso, quién es el responsable, cuánto genera cada actividad, etc. Si no tienes un sistema, hazlo usando Excel o incluso con un cuaderno de notas, pero hazlo. Del cómo lleves a cabo tu negocio, dependerá de cómo te valoren tus clientes.
¿Dónde lo ofreceremos?,
Una decisión de este tipo debe ser consecuencia de cómo has definido que llevarás a cabo tu negocio. Cuestiónate si es necesario tener un local físico, una oficina, un punto de venta.
¿Es realmente necesario? Muchas veces optamos por tener un local, porque es lo convencional, es lo que creemos siempre debe suceder. Sin embargo, analiza bien este punto, pues puede llevarte a costos altos. Si el cliente a quién te diriges, o tu oferta de valor requiere que sea presencial, pues ya lo tienes. Pero si no es tan necesario, es una
oportunidad para cuestionarte dónde accionar con tu negocio
¿Cuánto ganaremos?
Tienes que conocer los números de tu proyecto. Si es viable financieramente tu negocio, cómo impactan tus decisiones en la gestión de tu empresa, si son sostenibles los resultados que tienes o los que proyectas tener. Asegúrate de ello. Muchas veces obtener mayores ganancias no solo depende de las ventas que efectúes sino del precio que cobras o qué tan optimizado tienes tus costos. Reflexiona bien sobre los gastos que realices, cuestiónate qué tan necesarios son y cómo aportan a tu oferta de valor.
¡¡¡Gestiona tus números, no dependas de nadie más sobre ello…!!!
Todas son cuestiones elementales, pero muy importantes a la vez, puesto que, si no tienen una respuesta contundente o sólida, entonces deberás reevaluar la situación y tomar medidas al respecto. Espero que estas pautas te ayuden a reflexionar sobre los siguientes pasos al momento de emprender o de desarrollar tu proyecto.Recuerdo cuando hace 10 años decidí dejar el mundo corporativo para emprender. Recibí toda clase de felicitaciones, los correos de despedida en el trabajo iban desde: “¡Qué valiente eres!”, hasta el clásico “Serás tu propio jefe”, todos acompañados de un “me encantaría hacer lo mismo”. Las felicitaciones en mis círculos más cercanos, no eran tan entusiastas, los mensajes iban desde “¿Estás seguro?”, “¿Cómo vas a pagar tu seguro?”, “¿Tienes un plan B?”, todos acompañados de un “lo digo porque me preocupo por ti”.
Y es que esto es así, emprender implica diseñar un modelo de negocio, encontrar socios, capital, y luego tener la tenacidad que requiere la implementación; pero también significa lidiar con estas dos voces en tu mente que juegan constantemente con tu motivación. Una motivación que necesitas tener muy arriba para darle vida a una startup. Nunca antes viví un cambio tan drástico en mi vida profesional, dejar la estabilidad y el aburrimiento por la adrenalina y el riesgo. Años después decodifique lo que había pasado con mi motivación y quiero compartirlo a continuación.
Uno de los grandes cambios sucedió en el origen de mi motivación. En el mundo corporativo la motivación era principalmente extrínseca: Sueldo estable con un gran “título nobiliario”, seguro, bono, cts, afp, utilidades, campeonato de fútbol, fiesta de fin de año, café gratis, oficina full equipo y todo un equipo de soporte a mi disposición. De eso, pasé a la motivación intrínseca: hacer realidad un sueño, impactar en mi entorno, independizarme económicamente. Y hay que decirlo, los motivadores extrínsecos hacen más evidente la sensación de éxito que los motivadores intrínsecos, al menos al principio.
Pero el cambio también estaba impactado por el tipo de procesos a los que me enfrentaba. En el mundo corporativo los procesos eran bastante estables, los objetivos se habían fijado el año anterior, tenía un presupuesto que siempre alcanzaba (o hacía alcanzar), la estrategia de negocio estaba bien establecida y alineada con todos. En cambio en un startup, uno cree tener un plan hasta que pasa un día. Al día siguiente te despiertas y los objetivos cambiaron a medida que descubres que el modelo de negocio no lo entiende tu cliente o que tienes que cambiar de cliente, o que el presupuesto no alcanza, o que la tecnología no es tan fácil de adoptar. Además si te va bien hay que ajustar todo y correr a buscar más capital para mejorar la operación y escalar a una velocidad que no sabes cómo alcanzar; si no te va como esperabas, hay que ajustar todo y buscar más capital para llegar a fin de mes. La creatividad es obligatoria cuando uno emprende, sea el escenario que sea.
Si mezclamos ambos factores, el origen de la motivación y el tipo de procesos, el cambio es realmente drástico. Para emprender se necesita mucha creatividad y a la vez lidiar con una dosis alta de riesgo e incertidumbre, pero además mantener niveles altísimos de motivación. “Esto no me lo esperaba, ni sabía cómo reaccionar”, cómo le contaba a un amigo de mi último trabajo corporativo.
Una clave del emprendimiento, de las que no se habla mucho, es justamente eso: mantener la motivación en la incertidumbre. Tatúate los motivadores intrínsecos que te llevaron a tomar la decisión y deja ir los motivadores extrínsecos y los “lujos coprorativos”. En este punto hay que ser justos y decir que esto no es para todos, ni todos nos encontramos en el momento de hacer esos trade-off.
“Haz que sea seguro fallar”
Si quieres un motivador extrínseco, que sea el que propone Astro Teller (“Captain of Moonshots” en X): “Haz que sea seguro fallar, que tu equipo aprenda a cancelar ideas tan pronto haya evidencia de que algo anda mal. Felicítense por eso, celebren fallar y sean conscientes de ello. Prémienlo. El escepticismo entusiasta debe convertirse en el socio perfecto del optimismo para liberar todo el potencial de tu idea”.
Compartir en:
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Más
- Click to email a link to a friend (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Skype (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)